RUTA DEL MARISCAL
 
La ruta del Mariscal Pero Pardo de Cela recrea los principales lugares históricos de aquel episodio decisivo en la historia del Reino de Galicia


Viveiro, Ciudad de Pardo de Cela

La monumental ciudad de Viveiro, capital comarcal más septentrional de Galicia y centro turístico estival, fue  señorío del Mariscal, "Alcallde do concello e a sua terra e jurdiçon" hasta su derrota y ejecución en Mondoñedo. 

El Convento de San Francisco, conjunto declarado Monumento Histórico Nacional de estilos románico y gótico, atesora el sepulcro de Dona Constanza de Castro, hija del Mariscal. Constanza de Castro y su marido, el Señor Fernán Arias de Saavedra, lucharon con el Mariscal desde su castillo de Caldaloba en A Terra Cha para mantener la soberanía del Reino de Galicia contra las ansias anexionistas de los Reyes Católicos. 

El sepulcro de Dona Constanza de Castro es el único conservado del linaje de los Pardo de Cela, ya que los cuerpos del Mariscal y de su hijo fueron hechos desaparecer para evitar su popular veneración. La heroína Dona Constanza fue elevada por el pueblo a la categoría de Santa, y en su entierro recibió la admiración y el eterno respeto del pueblo de las antiguas tierras de Pero Pardo de Cela. 
 

El Valle del río Ouro, cuna del Mariscal

El Mariscal Pero Pardo de Cela Aguiar e Ribadeneyra nació en Castro d’Ouro hijo de uno de los más nobles linajes del Reino de Galicia, los Señores de Cela y de Violante de Aguiar. Intimo amigo de los Condes de Monterrei y de Lemos, contrajo matrimonio con Dona Isabel de Castro, hija de la Condesa Beatriz y de Don Pedro de Osorio, ligándose así a los poderosos Condes de Lemos y con otros importantes linajes del Reino de Galicia. 

Aunque el último bastión gallego en la guerra entre los reinos de Galicia y de Castilla fue la Ciudad de Ponferrada, el Valadouro fue el escenario decisivo de la confrontación protagonizada entre el Mariscal y los Reyes Católicos. 
 

El Castillo de A Frouxeira

Durante 3 años, Pardo de Cela resistió al ejército castellano enviado para derrotarlo hasta la traición que le costaría la vida. 

Entre las parroquias de Santa Cecilia y Adelán, con amplias vistas sobre Valadouro, yacen las históricas ruínas del Castillo de A Frouxeira, principal y estratégica plaza de Pardo de Cela. El Mariscal fue apresado por sorpresa en el salón del castillo, que fue mandado destruir tras su ejecución. 

Otra de las fortalezas del Mariscal es la Torre da Homaxe de Alfoz, construída en el s.XV sobre un estratégico castro o poblado celta con vistas sobre el Valle del Ouro. Castillo de estilo gótico destruído tras su ejecución, fue rehabilitado a principios del siglo XX como casa consistorial, conservando todavía parte de la capilla y de los muros defensivos. 
 

La ejecución de Mondoñedo

Apresado el 7 de diciembre de 1483 tras 3 años de beligerancia militar contra el Reino de Castilla y Aragón, el Mariscal fue condenado a ejecución pública en Mondoñedo, capital de provincia del Reino de Galicia, junto a su hijo y al noble y leal Señor Pero de Miranda. Las cadenas que sujetaron los pies de Pardo de Cela en la prisión antes de su ejecución, A Mariscala, se exhiben al público en el Museo Provincial de Lugo

Dona Isabel de Castro, esposa de Pardo de Cela, que volvía a Mondoñedo diez días más tarde con un indulto Real, fue retenida a la entrada de la ciudad por los secuaces de Fadrique de Guzmán, Obispo de Mondoñedo, enemigo mortal del Mariscal. El obispo traidor mandó entreter en el llamado Ponte do Pasatempo a la Dama mientras se apuraba la ejecución en la Plaza de la Catedral. 

El día 17 de diciembre de 1483, ante una multitud que esperaba el indulto para su Señor, el último defensor de la soberanía del Reino de Galicia era decapitado en la Plaza de Mondoñedo, rodando su cabeza hasta la puerta de la Catedral al mismo tiempo que gritaba: 

- CREDO!, CREDO!, CREDO!
 

Tras el 17 de diciembre de 1483 sucumbieron al Reino de Castilla otros nobles gallegos leales a la soberanía de Galicia, muchos de ellos vasallos del Mariscal.

El vate Ramón Cabanillas dramatizó este episodio nacional en la excelsa obra O Mariscal, que convertió en ópera el músico coruñés Losada.

 
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