Grabados
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grabado Mámoa da Braña

Mámoa da Braña

grabado Dombate

Dolmen de Dombate

grabado Roza das Modias

Roza das Modias

 

    Son muy numerosos los grabados aparecidos decorando los ortostatos de los dólmenes gallegos. Están hechos en su mayoría golpeando la piedra con un objeto lítico puntiagudo que va haciendo un surco. Traemos a esta sección las muestras más significativas de este tipo de decoración.

    La foto que describe la Mámoa da Braña, corresponde al ortostato nº 2 de su cámara megalítica, destruida al hacer trabajos agrícolas. En la actualidad está depositado en el Museo Provincial de Pontevedra. Resultan visibles los ondulados verticales y una hilera de círculos.

    La foto correspondiente al Dolmen de Dombate, en Cabana (A Coruña),  representa un curiosísimo motivo presente en cuatro de sus ortostatos, en uno de los cuales aparece cinco veces. Estos grabados fueron hechos antes que la decoración pictórica del megalito. La especialista irlandesa Elizabeth Shee, quizá la máxima autoridad mundial sobre arte megalítico, denomina este  motivo, literalmente, como "The thing", es decir, "la cosa", en su prodigiosa obra The Megalithic Art of Western Europe (1981). Este tipo de grabado corresponde exclusivamente a esta área geográfica, apareciendo también en el dolmen de Casa dos Mouros con ligeras variaciones.

        La foto de la derecha muestra uno de los ortostatos del dolmen de Roza das Modias, en Vilalba (Lugo), con sus líneas serpentiformes que han sido interpretadas como representaciones de agua o de auténticas serpientes, aunque no dejan de ser hipótesis de difícil comprobación. Motivos similares aparecen en un ortostato del dolmen de Parada de Alperiz (Pontevedra).

En el dolmen de Mota Grande en Verea (Ourense), actualmente oculto se encontró en el segundo ortostato por la izquierda, un interesante grabado con una forma que recuerda vagamente una campana con dos zonas en su centro de forma ovalada que parecen un altorrelieve.

    Otros dólmenes gallegos con grabados de interés son el de Chan de Castiñeiras, en Marín (Pontevedra), con líneas horizontales onduladas en dos de sus ortostatos; y un ortostato de la Mámoa de Espiñaredo, en Negreira (A Coruña), oculto en la actualidad, con una decoración en la que no faltan signos circulares o serpentiformes y un motivo interpretado como un puñal. También en muchos de los megalitos gallegos aparecen grabadas cazoletas.