DE LA GALLAECIA CÉLTICA AL REINO DE GALICIA
Ya
desde tiempos prehistóricos data la unidad cultural del territorio
comprendido entre los ríos Douro-Mondego y el río Navia.
Con la administración romana, esta entidad étnica y geográfica
recibe el nombre de Gallaecia, que abarca las tierras hasta la ciudad
de Avila y el río Sella: el cronista Hidacio sitúa el nacimiento
del emperador Teodosio en la ciudad de Gallaecia de Cauca (Coca, actual
provincia de Segovia), y Orosio señala que astures y cántabros
pertenecen a Gallaecia, apuntando que Numancia estaba situada en sus límites.
La provincia de Gallaecia constaba de 3 conventos jurídicos:
Lucense, entre el río Lerez
al sur y el Navia al este con capital en Lugo, Bracarense, entre los ríos
Lerez y Douro, con capital en Braga, y Astur, entre los ríos Navia
y Sella, con capital en Astorga.
EL REINO GALAICO-SUEVO
El
pueblo germano de los suevos se instala en Gallaecia en el s.V y se alía
con los galaicos creando el primer Reino de la Europa medieval,
con centro administrativo en Braga. Como primer Estado medieval, los galaicos
crearon una superestructura administrativa y nacional propia actuante en
el Mundo conocido, con alianzas exteriores con bizantinos y francos frente
a los wisigodos, así como modelo organizativo para los futuros reinos
ibéricos.
El sistema monetario Galaico-Suevo fue el primero en emanciparse
del Romano, la Iglesia Gallega se cohesionó como institución
nacional y política del Reino, y se formalizó la distribución
interior de Galicia en parroquias, instituciones celtas que se mantienen
invariadas hasta hoy en día, igual que la superior estructuración
comarcal en arciprestados. Se confírmase en el Reino también
en esta época otra institución económica celta: el
Foro.
Tras un siglo de guerras los wisigodos anexionan finalmente el
Reino de Galicia, pero respetan una amplia autonomía politica
por causa de la especial gobernabilidad e idiosincrasia cultural
de los gallegos. Pero poco después, el reino Ibero-Wisigodo
es destruído por los árabes, recobrando Gallaecia
su soberanía e iniciando la expansión
de su territorio hacia el sur.
EL REINO DE GALICIA
Durante más de 4 siglos Gallaecia compartió la península
con la Hispania Arabe, como recuerda el Beato de Liébana cuando
denomina Gallaecia a toda la zona cristiana de la península.
Los reyes gallegos más conocidos de este período son Pelayo,
gracias a la victoria contra los árabes en la Batalla de Covadonga,
y Fruela, que fundó la futura capital de la monarquía
asturiana en Oviedo como una fortaleza guarda de la frontera oriental de
Galicia.
El peso internacional del Reino de Galicia es resaltado
por fuentes de la época como los Anales de Cambrai en 1159,
nombrando en Europa "los tres imperios de Bizancio, Germania
y Galicia". La autoridad de los reyes gallegos abarcaba también
dominios en Al-Andalus, recibiendo fidelidad de los gobernadores
de Badajoz.
En
1095 Raimundo de Borgoña divide a Gallaecia en dos territorios,
pasando el Convento Bracarense y las nuevas conquistas a los árabes
a denominarse Portugal. Sucesivas luchas internas debilitan todavía
más la unidad del Reino de Galicia, que será anexionado por
Castilla en el s.XV, tras la decapitación en Mondoñedo
del Mariscal Pardo de Cela. Aunque simbólica
es la derrota del Mariscal, fue la ciudad de
Ponferrada
la última plaza fuerte gallega en rendirse a los Reyes Católicos.
Para saber más sobre la situación socio-lingüística
de las Tierras Navia-Eo:
Lingua e Cultura Galega de Asturias, Vigo, Edicións Xerais de
Galicia, 1994
A Galicia Irrendenta, Alvaro Xosé Lopez Mira, Edicións
Xerais de Galicia, 1998 |